El Impacto de los Recortes en Ciencia y Salud Pública: Un Llamado a la Acción

En Surcos, tenemos una preocupación que queremos compartir con ustedes. Nos alerta la reciente serie de despidos de científicos y trabajadores de la salud en Argentina. Estas decisiones, tales como la desvinculación de 300 becarios postdoctorales del CONICET y los despidos en el Hospital Nacional Alejandro Posadas, nos inquietan por su impacto en nuestro sistema científico y de salud pública que puede ser devastador.

 

Especialmente porque estas medidas amenazan con destruir años de trabajo que, con defectos, deudas pendientes y muchas cosas por mejorar, han marcado progresos. Sobre todo, gracias a la dedicación de la comunidad científica y del compromiso del personal sanitario, fundamentales para el desarrollo integral de nuestra sociedad. Quienes, sin apoyo, vuelven a pagar con sus fuentes de trabajo por todos los sacrificios que realizaron.

 

El acceso universal a la salud es una obligación del Estado porque es fundamental para garantizar la igualdad y la equidad. La democracia debería trabajar para que todas las personas que habitan un país tengan las mismas oportunidades de acceder a servicios de salud de calidad, independientemente de su situación económica o geográfica.

 

Es numerosa la bibliografía que muestra que garantizar el derecho a la salud de manera homogénea a lo largo y lo ancho del territorio es un pilar fundamental para el crecimiento y desarrollo sostenible de un país. La salud de la población no solo mejora la calidad de vida, sino que también aumenta la productividad y reduce las desigualdades sociales y, por lo tanto, sus inevitables violencias.

 

Para garantizar la salud, el Estado necesita comprometerse con un apoyo continuo a la investigación científica y a la formación de profesionales de la salud mediante una planificación rigurosa, una inversión adecuada y una gestión transparente.

 

En este contexto, los hospitales nacionales y la ciencia juegan roles cruciales. Los hospitales nacionales, porque son centros de referencia esenciales que proporcionan atención especializada y lideran la investigación médica avanzada. La ciencia, por su parte, impulsa el avance del conocimiento y la innovación en el tratamiento de enfermedades y la promoción de la salud pública y garantiza nuestra soberanía sanitaria, como se mostró claramente durante la pandemia a nivel mundial.

 

Defender los servicios nacionales de salud pública y la investigación científica no solo protege nuestro presente, sino que también asegura un futuro más justo y próspero para toda la población. Un compromiso firme con estos pilares fortalece la resiliencia de nuestra sociedad ante futuros desafíos y contribuye a construir una comunidad más saludable y equitativa para las generaciones venideras.

 

En este momento crucial, es esencial construir puentes y unir esfuerzos para fortalecer nuestro sistema científico y de salud. En Surcos, instamos a un diálogo constructivo y a la reconsideración de cualquier medida que ponga en peligro estos pilares fundamentales de bienestar y desarrollo. Si nos unimos, podemos construir una sociedad donde la salud y el conocimiento sean accesibles para cada persona, contribuyendo así al bienestar y la dignidad de toda nuestra comunidad.

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Por: Alejandra Sánchez Cabezas

Médica, especialista en ginecología, Máster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud, Doctora en Ciencia Política. Miembro de la Red Internacional Ashoka.

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