La violencia hacia las personas mayores es una problemática social que estuvo invisibilizada durante muchos años. Ciertos factores socio culturales contribuyeron en gran medida a limitar la atención hacia este grupo etáreo y, por ende, dificultaron su detección.
El envejecimiento demográfico de la población puede tener repercusiones potenciales para la incidencia de maltrato de personas mayores en los ámbitos familiar y social. Las proyecciones sugieren que la proporción de adultos mayores no sólo continuará incrementándose, sino que también la franja de personas mayores que está por sobre los 75 años también crecerá, con el consiguiente riesgo para los problemas de salud y con demandas de cuidados que también se incrementarán.
En la actualidad, las familias continúan siendo las que brindan cuidados en primertérmino y por mayor tiempo a los mayores. Este apoyo permite que éstos últimos permanezcan en su entorno familiar. Pero esta situación, si bien por un lado beneficia a la persona mayor que puede continuar conviviendo con su entorno afectivo, por otro, puede estar acompañada por un riesgo creciente de perpetrar algún tipo de abuso y/o maltrato.
Las investigaciones sobre esta problemática indican que los miembros de la familia que permanecen más frecuentemente en contacto con la persona mayor son los principales perpetradores, particularmente los hijos y los cónyuges. Surge de las mismas investigaciones que el victimario típico es un hijo, menor de 60 años, quien generalmente vive con ella o se encuentra cerca de ella.
La Dra. Alejandra Vazquez, integrante de Surcos AC, junto a Diego Oscar Ortiz, analizan este tema en el texto titulado Las violencias invisibilizadas: el maltrato emocional hacia las personas mayores. El objetivo de este artículo es aportar conocimientos respecto de las diferentes modalidades bajo las cuales se presenta la violencia psicológica hacia las personas mayores y los aspectos jurídicos vinculados a la intervención en la problemática.
Violencia psicológica en las personas mayores: algunas conclusiones
Uno de los mitos sobre la violencia que aparece frecuentemente está vinculado a la afirmación “la violencia psicológica no es tan grave como la violencia física”, sin embargo, muy lejos de la realidad, este tipo de violencia genera graves consecuencias en la salud física y emocional de las personas. La afectación de la autoestima, los cuadros depresivos o psicosomáticos, el estrés o los cuadros de ansiedad son sólo algunas de las consecuencias en la salud de las personas mayores. Estos mitos suelen perpetuar la problemática y la falsa creencia que sólo la violencia que provoca daños visibles en el cuerpo puede ser denunciada. Tal como fue descripto en el presente artículo, la legislación actual posee fundamento suficiente para que la violencia psicológica sea denunciada.
Un abordaje integral de la problemática de la violencia hacia las personas mayores requiere la necesidad de un enfoque interdisciplinario, cuyas intervenciones estén dirigidas hacia los múltiples determinantes de la violencia. El fortalecimiento de las relaciones intergeneracionales, las acciones dirigidas a fomentar una imagen positiva del envejecimiento así como la articulación efectiva de los Organismos que intervienen en el abordaje de la problemática para optimizar la respuesta institucional, forman parte del abordaje integral y de la visibilización de las violencias perpetradas hacia las personas mayores.
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Por: Alejandra Vazquez
Licenciada en Psicología, especialista en violencia.